· Esa mirada ...

No somos tan distintos en el fondo. Tras esa mirada esquiva se esconde un corazón que sufre por amor. Quizás por eso te entiendo; quizás por eso te odio.

He sido tan loca de perdonar el daño, y tan insensata de no aceptar que ya no estés en mi vida. ¿ Orgullo o necesidad ? ¿ Es dolor por tu ausencia lo que guardo bajo este antifaz o rabia por el fracaso de tantos años ?

No se lo digas a nadie, te haré una confesión que tal vez ni siquiera merezcas: la vida sin tí se me antoja absurda. Me siento incapaz de abordar los retos que día tras día asoman a esa ventana que tu partida dejó sin vistas; no encuentro las fuerzas de seguir hacia adelante sola ..., sin un amor al que entregarme.

Me abandono en la reflexión, más cauta por la distancia, pero aun así no logro dejar de verte en cada sombra de mi cuerpo, no dejo de nadar en el mar de tu recuerdo. Todo por esa mirada que no se borra de mi mente.

Espero que el pasar de los días consiga reconciliar mi alma con el corazón, tan perdido en estos momentos, tan lejano de mí y tan cercano aún de tí ... Porque, aquí, donde me ves, las sirenas también tenemos sentimientos ...