· Olvido...

Como un sueño imposible te presentas ante mí. Sin quererlo, porque luché - en vano - para que así no fuera, yo misma te he abierto las puertas y te voy indicando el camino intentando no tambalearme en la nostalgia de su voz...

Te esfuerzas por alojarte en mí, Olvido, como un cuerpo desnudo se acomoda entre las sábanas por el frío, solo que mi cuerpo no tiene el entusiasmo del tuyo para adormecerse en tu calidez.
Ahora, debo desprenderme del aroma del recuerdo para bañarme en el tuyo... ; almacenar los retales de mi vida en una botella y hacerla flotar en ese mar hasta que el viento la deposite lejos, inalcanzable a mis miedos, inaccesible a la melancolía.
Me dejas tan solo un canto de tristeza como penacho a ese amor que se sostiene por el azul de mis anhelos...

Mírame, despojada de ilusiones. Dispuesta a entregarte mi alma si eres capaz de conquistar su corazón. Puede que acabes siendo mejor amante que el Dolor; pero no te olvides que no dispones de mucho tiempo, no es fácil enamorarlo, y corre en tu contra para poder borrar la huella que aún persiste en él.

Todo es inútil, Olvido. Ahorra esfuerzos; sé que al final, la memoria es intangible; está sellada en mi cuerpo sin posibilidad de que el viento deslíe su atadura y seguirá creciendo en el crepúsculo de esta soledad, por mucho que irrumpas en mi vida con intención de hacerme tuya.
Y que el viento, lejos de arrastrar allende el recuerdo esa botella con los escombros de mi vida, sorteará las olas para hundirla, aun si cabe, más dentro de mí.

Es lo que tiene ser sirena..., nunca sales del todo del mar que te envuelve, aunque te atraiga poder pisar un suelo más firme...