Diario de una Sirena - Blog personal de Ondina Diario de una Sirena: Poesías
Mostrando entradas con la etiqueta Poesías. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poesías. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de noviembre de 2007

· Ausente

lunes, 12 de noviembre de 2007

· Cualquier tiempo pasado... ¿fue mejor?


Mientras me dejo seducir por la voz de Paul McCartney reflexionaré sobre la cuestión en sí, aunque, creo que lo voy teniendo bastante claro...: según qué cosas, que no siempre han de estar relacionadas con los sentimientos, cualquier tiempo pasado, sin duda, fue mejor...
Sin más comentarios, la letra de una canción con mayúsculas.

-Por cierto, añadir a mi perfil que sufro de beattlemanía ;) -





Yesterday Ayer

Yesterday, Ayer
All my troubles seemed so far away Todos mis problemas parecían tan lejos
Now it looks as though they're here to stay Ahora es como si estuvieran aquí para siempre
Oh, I believe in yesterday Oh, creo en el ayer
Suddenly De pronto
I'm not half to man I used to be No soy ni la mitad del hombre que era antes
There's a shadow hanging over me Una sombra se cierne sobre mí
Oh, yesterday came suddenly Oh, de pronto llegó el ayer
Why she had to go I don't know ¿Por qué tuvo que irse?, no lo sé
she wouldn't say No me lo dijo
I said something wrong Yo dije algo que no debía
Now I long for yesterday Ahora anhelo el ayer
Yesterday Ayer
Love was such an easy game to play El amor era un juego tan fácil
Now I need a place to hide away Ahora necesito un lugar donde esconderme
Oh, I believe in yesterday Oh, creo en el ayer
Why she had to go I don't know ¿Por qué tuvo que irse?, no lo sé
she wouldn't say No me lo dijo
I said something wrong Yo dije algo que no debía
Now I long for yesterday Ahora anhelo el ayer
Yesterday Ayer
Love was such an easy game to play El amor era un juego tan fácil
Now I need a place to hide away Ahora necesito un lugar donde esconderme
Oh, I believe in yesterday. Oh, creo en el ayer.


(Yesterday, The Beattles, 1965)

domingo, 6 de mayo de 2007

· Soñarte


Cerré los ojos y te soñé.
No esperaba dormir
-y mucho menos soñar-,
tan sólo cerré los ojos
y te soñé.

Ni siquiera era de noche
-dormitaba por hastío-,
cansado de solo imaginarte,
harto de tu vacío,
recordando este futuro.

Llegué incluso a creer
que así como yo a ti te soñaba,
me soñabas tú también...
que nuestros sueños tenían lugar,
aunque sólo fuera entre tú y yo.

Habré soñado tantas veces
tu mirada, tu ternura y tus abrazos,
tu palabra, tu cariño y tus cabellos,
que si algún día llegaran a faltarme,
no volvería a despertar.

Cerré los ojos y te soñé.
No esperaba dormir
-y mucho menos soñar-,
tan sólo cerré los ojos
y te soñé.

(Jaume d'Urgell i Rubió)

lunes, 23 de abril de 2007

· Tu amor, ayer tan firme


Tu amor, ayer tan firme, es tan ajeno,
tan ajenas tu boca y tu cintura,
que me parece poca la amargura
de que hoy mi alrededor contemplo lleno.

El mal que hiciste lo tomé por bueno;
por agasajo tu desgarradura:
ni yo abro el pecho a herida que no dura
ni con vinos de olvido me sereno.

Mi corazón te tiene tan presente
que a veces, porque vive, desconfío
que sienta el desamor como lo siente.

Yo he ganado en el lance del desvío:
de nuestra triste historia únicamente
el arma es tuya; todo el dolor, mío.

(Antonio Gala)

miércoles, 28 de marzo de 2007

· Espero

Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tú allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento solo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
sólo sé que me encuentro muy solo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto.
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tú,
y yo no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,
¿por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...

(Mario Benedetti)

lunes, 26 de marzo de 2007

· Poema de la despedida

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.

(J.Angel Buesa)

lunes, 19 de marzo de 2007

· Soneto LXVI


No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.

Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.

Tal vez consumirá la luz de Enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.

En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.

(Pablo Neruda)

viernes, 9 de marzo de 2007

· El último amor


I

Amor mío, amor mío.
Y la palabra suena en el vacío. Y se está solo.
Y acaba de irse aquella que nos quería. Acaba de salir.
Acabamos de oír cerrarse la puerta.
Todavía nuestros brazos están tendidos. Y la voz se queja en la garganta.
Amor mío…

Cállate. Vuelve sobre tus pasos. Cierra despacio la puerta, si es que no quedó bien cerrada.
Regrésate.
Siéntate ahí, y descansa.
No, no oigas el ruido de la calle. No vuelve. No puede volver.
Se ha marchado, y estás solo.
No levantes los ojos para mirarlo todo, como si en todo aún estuviera.
Se está haciendo de noche.
Ponte así: tu rostro en tu mano.
Apóyate. Descansa.
Te envuelve dulcemente la oscuridad, y lentamente te borra.
Todavía respiras. Duerme.
Duerme si puedes. Duerme poquito a poco, deshaciéndote, desliéndote
en la noche que poco a poco te anega.

¿No oyes? No, ya no oyes. El puro
Silencio eres tú, oh dormido, oh abandonado,
oh solitario.
¡Oh, si yo pudiera hacer que nunca más despertases!



II

Las palabras del abandono. Las de la amargura.
Yo mismo, sí, yo y no otro.
Yo las oí. Sonaban como las demás. Daban el mismo sonido.
Las decían los mismos labios, que hacían el mismo movimiento.
Pero no se las podía oír igual. Porque significan: las palabras
significan. Ay, si las palabras fueran sólo un suave sonido,
y cerrando los ojos se las pudiese escuchar en el sueño…

Yo las oí. Y su sonido final fue como el de una llave que se cierra.
Como un portazo.
Las oí, y quedé mudo.
Y oí los pasos que se alejaron.
Volví, y me senté.
Silenciosamente cerré la puerta yo mismo.
Sin ruido. Y me senté. Sin sollozo.
Sereno, mientras la noche empezaba.
La noche larga. Y apoyé mi cabeza en mi mano.
Y dije…
Pero no dije nada. Moví mis labios. Suavemente, suavísimamente.
Y dibujé todavía
el último gesto, ese
que yo ya nunca repetiría.



III

Porque era el último amor. ¿No lo sabes?
Era el último. Duérmete. Calla.
Era el último amor…
Y es de noche.


( Vicente Aleixandre )

martes, 6 de marzo de 2007

· Elegí la vida

Para tí, Anónimo. Espero que logres alcanzar la luz que traiga el sosiego al alma y renueve la ilusión.


No quise dormir sin sueños:

y elegí la ilusión que me despierta,

el horizonte que me espera,

y el proyecto que me llena,

y no la vida vacía de quien no busca nada,

no desea nada más que sobrevivir cada día.


No quise vivir en la angustia:

y elegí la paz y la esperanza,

la luz,

el llanto que desahoga, que libera,

y no el que inspira lástima en vez de soluciones

la queja que denuncia, la que se grita,

y no la que murmura y no cambia nada.


No quise vivir cansada:

y elegí el descanso del amigo y del abrazo,

el camino sin prosas, compartido,

y no parar nunca, no dormir nunca.

Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,

y llegar más lejos,

habiendo disfrutado del paisaje.


No quise huir:

y elegí mirar de frente,

levantar la cabeza,

y enfrentarme a los miedos y fantasmas

porque no por darme la vuelta volarían.


No pude olvidar mis fallos:

pero elegí perdonarme, quererme,

llevar con dignidad mis miserias

y descubrir mis dones;

y no vivir lamentándome

por aquello que no pude cambiar,

que me entristece, que me duele,

por el daño que hice y el que me hicieron.


Elegí aceptar el pasado.

No quise vivir sola:

y elegí la alegría de descubrir a otro,

de dar, de compartir,

y no el resentimiento sucio que encadena.

Elegí el amor.


Y hubo mil cosas que no elegí,

que me llegaron de pronto

y me transformaron la vida.


Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.

Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreir cuando llegue la muerte,
aunque no la elija ...

... que moriré viviendo.


(Rudyard Kipling)

sábado, 3 de marzo de 2007

· No estás ya aquí...

No estás ya aquí. Lo que veo
de ti, cuerpo, es sombra, engaño.
El alma tuya se fue
donde tú te irás mañana.
Aún esta tarde me ofrece
falsos rehenes, sonrisas
vagas, ademanes lentos,
un amor ya distraído.
Pero tu intención de ir
te llevó donde querías
lejos de aquí, donde estás
diciéndome:
"aquí estoy contigo, mira".
Y me señalas la ausencia.

( Pedro Salinas )

miércoles, 28 de febrero de 2007

· Poema 20 (de "Veinte poemas de Amor y una canción desesperada")




Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


( Pablo Neruda )