· Sólo tú, Amor, me quedas... ( 2ª parte)

No, no hay ventana. Sólo frío, oscuridad... Un vacío que suena a espanto. Y un derramado rojo que enjuga mis lágrimas.

Hoy es día de misa. O quizá de duelo...: se está muriendo mi corazón; lo apuñalaron, la vida, tu ausencia, tus promesas incumplidas... Por eso el día ha escogido un luto delicado. Por eso la tarde me brinda su llanto. Por eso la noche estremece mi deseo.

Poesía, ni siquieras tú puedes entender el desgarro que siente mi alma. No necesito palabras: ¡las detesto! ¡Las odio! ¡¡Las prohibo!!
Sólo necesito que el tiempo sea mi amante; que me susurre al oído momentos de ternura, caricias, besos... y que me devuelva, embriagada de amor, a otro día que no sea hoy, que no sea un día negro -como lo son desde hace mucho los días que preceden a este lamento-.

Sí, te quedas sólo, Amor. sin corazón apenas, el mío. Te sigues quedando con tu herida y con ese fuerte anhelo que sobrevive en ti.